Tras unas duras semanas de rehabilitación mi hermano ya puede caminar solo,ya se vale por si mismo,ya vuelve a ser el que era antes y yo también vuelvo a ser yo.
Mi vida vuelve a la normalidad,Sharón y yo hemos vuelto a trabajar,hemos retomado los preparativos para la boda y todo va viento en popa.Mamá se encarga de ayudarla,de aconsejarla.Ella a buscado el restaurante donde lo celebraremos,se a encargado de adornar la iglesia,de repartir las invitaciones,no para quieta,vuelve a tener esa vitalidad que tiempo atrás perdió en el horrible hospital.
Se acerca la fecha del enlace y todo marcha genial,ya tengo mi traje guardado en casa de mamá.El de Sharón no se donde está,lo ha escondido tanto que no se ya donde buscar jajajaja.
Solo me queda una cosa que hacer por Sharón,traer a su familia que vive en otro país,ella no lo sabe,pero aquí estarán el día que a mi lado se plante en el altar.
Llega la fiesta de despedida y la celebramos juntos,hemos alquilado un local,un dj y algo para picar.Estoy seguro que será una fiesta genial.Todos nuestros amigos con nosotros están,incluso han venido los de la otra sucursal.La cara de Sharón es de felicidad a tan solo una semana de podernos casar.La miro a los ojos,la atraigo hacia mi le beso en los labios y la hago sonreír.
Entre vítores y abrazos nuestros amigos nos mantean,desde arriba veo a mi hermano sonriendo y lleno de vida y junto a mi estará el tan esperado día y Sharón al entrar de camino hacia el altar,me verá del brazo de su madre,es una sorpresa que no esperará y será cuando entonces sea feliz de verdad.
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